La concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Arnedo, Rosa Herce, ha participado este jueves 17 de junio en la presentación del Proyecto Social de la Escuela de Fútbol de Arnedo.

En la presentación de esta acción, impulsada por la E.F. Arnedo y que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Arnedo, a través de su departamento de Servicios Sociales así como con el de colectivos como Cáritas, Cruz Roja y la Fundación Francisca Bretón y el patrocinio de la empresa EMKA, han participado representantes de todos los colectivos implicados.

Así, el presidente de la escuela, Víctor Santo, ha agradecido este jueves 17 de junio la colaboración de todos ellos y ha hecho un llamamiento a todo aquel que quiera aportar, a que se sume a la iniciativa.

Según ha dicho, “el proyecto social es el vehículo que aglutina, conduce y gestiona diferentes iniciativas siempre con el objetivo de apoyar, ayudar y aliviar a colectivos infantiles desfavorecidos de Arnedo y la comarca. Algo tan simple y tan complicado”.

Se trata, ha añadido, “de ayudarles en diferentes áreas y ámbitos. A todos los que podamos y lo necesiten. Es un proyecto que está vivo. Arranca hoy con varias iniciativas pero estamos abiertos a todas las que se generen y tenemos la suerte de que EMKA nos da continuidad, está detrás, así que todo lo que venga, bienvenido”.

En cuanto a las acciones concretas ya previstas, el presidente de la Escuela de Fútbol de Arnedo ha explicado que se van a poner en marcha becas deportivas, para que ningún niño se quede sin jugar a fútbol por razones económicas, además de becas para ropa.

En ambos casos, serán Cáritas y Cruz Roja las entidades que deriven a la escuela a los niños beneficiarios, porque “son conocedores de las situaciones y problemáticas familiares”.

También junto a Cáritas se pone en marcha el denominado “Armario Social”, para que las familias que lo deseen aporten la ropa deportiva de la escuela que sus hijos no vayan a utilizar más y que esté en buen estado, para que se pueda destinar a otros.

De la mano de Cruz Roja, se van a organizar cursos de formación en primeros auxilios para monitores, delegados y entrenadores de la escuela y con la Fundación Francisca Bretón se trabajará en la integración de los niños con necesidades especiales.

En este punto, Santo ha explicado que “son niños que tienen problemas de integración, les cuesta encajar en grupos de su edad y ahí entramos nosotros. Ofrecemos a la fundación que esos niños periódicamente y puntualmente se integren en nuestros grupos de entrenamiento y puedan pasar jornadas con ellos, entrenando y divirtiéndose”.

Esta iniciativa se pondrá en marcha el próximo 9 de julio, durante el campus de verano de la escuela, previsto del 5 al 15. Así, es día “los niños de la fundación vendrán y pasarán una jornada del campus con nuestros niños, jugarán con ellos y se divertirán con ellos. Es un pequeño granito de arena para que puedan mejorar y la actividad se repetirá en el futuro, a lo largo de la temporada y de los años, si es posible. La idea es que estén cada día más integrados, porque lo necesitan”.

Por lo demás, dentro de este mismo proyecto social y solidario, Víctor Santo ha explicado que se prevé enviar unas 300 equipaciones deportivas a algún país en vías de desarrollo y ha mostrado su orgullo y emoción por poner en marcha esta iniciativa que, según ha insistido, es “algo vivo” que irá evolucionando y mejorando con el tiempo y con nuevas incorporaciones que pueda haber.

Por su parte, la concejala de Servicios Sociales, Rosa Herce, ha agradecido a la Escuela de Fútbol de Arnedo este proyecto porque, según ha dicho, en ocasiones las instituciones no pueden llegar a cubrir determinadas necesidades, por ejemplo de ocio o deporte.

También los representantes de Cáritas, Javier Martín; Cruz Roja, Daniela Mejía, y la Fundación Francisca Bretón, Jesús Jiménez, han valorado la iniciativa y han mostrado su disposición a colaborar en todo lo posible, así como su agradecimiento por poder implicarse en ella.

El logotipo del Proyecto Social ha sido elaborado y donado a la escuela por Ana Domínguez.