La concejala de Cultura de Arnedo, María Jesús Zapata, y la responsable de Relaciones Exteriores del ayuntamiento, Maribel Garrido, junto con Alba Esteras, participante en el programa (junto a Andrea Rodríguez y José María Fernández-Velilla, que no pudieron asistir por motivo de estudios) han hecho balance de su experiencia en la ciudad hermanada y han animado a participar en este programa de intercambio que viene manteniéndose desde hace muchos años, en el que el plazo de inscripción se abre en abril.
La concejala ha mostrado su satisfacción por el resultado de esta iniciativa “enriquecedora”, con la que los jóvenes aprenden otro idioma, establecen relaciones de amistad y conocen la cultura de otro país.
Alba Esteras, que estuvo en Parthenay del 9 de julio al 3 de agosto, y que hace dos años también había hecho voluntariado con personas con diversidad funcional en Extremadura, ha explicado que ha aprendido mucho y que su experiencia le ha enriquecido en todos los ámbitos, además de que lo ha pasado “genial”.
Ha destacado que las familias de acogida les tratan como a sus propios hijos o nietos, y que los residentes del ‘Foyer Gabrielle Bordier’ le han aportado mucho y se lo pusieron todo “muy fácil”.
A sus 21 años y con sus estudios de Turismo terminados, no ha dudado en afirmar que le gustaría repetir esta vivencia, a la que, además, se ha tenido que enfrentar hablando otro idioma, que le venía bien para su futuro laboral.
También una experiencia similar tuvo en las mismas fechas Andrea Rodríguez, para quien era su tercer año en este programa, y quien a través de una carta ha reconocido que ha “descubierto un mundo tan poco conocido como el de la discapacidad motriz”, aprendido valores y estableciendo vínculos con los residentes y la familia de acogida, que le hicieron sentir “parte de ellos”.
En parecidos términos se ha expresado José María Fernández-Velilla, quien, para mejorar su nivel de francés, participó del 6 al 31 de agosto en este intercambio que le “ha marcado mucho” y que le ha enseñado a reivindicar la necesidad de una sociedad inclusiva.
Así las cosas, ha animado a otros arnedanos a “perder el miedo” y “cambiar un poco su rutina” participando en este programa abierto a jóvenes mayores de 18 años.