Debido a los actuales niveles de consumo de bolsas de plástico se producen unos altos niveles de residuos dispersos, suponen un uso ineficaz de los recursos y es previsible que aumenten si no se toman las medidas adecuadas. Las bolsas de plástico dispersas provocan contaminación en el medio ambiente y agravan el problema generalizado de la presencia de residuos en las masas de agua, lo que supone una amenaza para los ecosistemas acuáticos en el ámbito mundial.

Por ello el próximo día 1 de julio entrará en vigor la normativa europea que establece s han de adoptar medidas para la reducción del uso de bolsas de  plástico ligeras y por ello se ha establecido la obligatoriedad del cobro de dichas bolsas por parte de los establecimientos.