La alcaldesa en funciones, María Jesús Gil de Muro, y el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento arnedano, José Luis Rubio, han participado en la mañana de hoy en la clausura de la campaña "Ahora te toca a ti", de la Mancomunidad del Cidacos y la empresa FCC, que se ha distribuido a través redes sociales, se han editado y buzoneado más de diez mil folletos y también se ha colocado cartelería en todos los municipios de la Mancomunidad para recordar los puntos fundamentales: el horario en el que se debe depositar la basura, de ocho a diez de la noche; que debe ir en bolsas cerradas; que las bolsas deben empujarse al interior del contenedor, para aprovechar toda su capacidad; que no hay que estacionar delante de los contenedores porque esto impide su recogida y, sobre todo, que hay que reciclar y depositar cada residuo en su contenedor correspondiente. Si todos colaboramos, nos va a ir mejor también a todos”.

En el mismo sentido, la alcaldesa en funciones, María Jesús Gil de Muro, ha instado a los ciudadanos a respetar las ordenanzas municipales y a ser cívicos, mientras que Anuska Cañas, de la empresa Bioma, ha pedido a los ciudadanos que hagan de altavoz ante sus convecinos para que, entre todos, las cosas salgan cada día mejor.

Cañas ha señalado que “debemos acostumbrarnos a ser prescriptores de esas normas de convivencia ciudadana porque a veces nos cuesta llamar la atención a un vecino, pero a nadie nos gustan las bolsas fuera o los malos olores y esto es algo que se resuelve si todos ponemos de nuestra parte”.

También Francisco Javier Miguel, de la empresa FCC, encargada de la recogida de residuos en la Mancomunidad del Cidacos, ha insistido en que siempre se puede hacer algo más y mejor en materia de residuos y reciclaje, aunque en La Rioja “las tasas son altas”.

En su opinión “el reciclaje no deja de ser más que pequeños gestos que todos podemos hacer. Son pequeños esfuerzos que el medio ambiente y todos agradecemos”.

Miguel ha explicado que los nuevos contenedores tienen distintas capacidades, que van desde 1.800 a 3.500 litros, y se colocan en función de las necesidades del municipio y de las características del espacio público elegido para ello. Además, según ha dicho, los ciudadanos ya se están acostumbrando a empujar las bolsas al depositarlas en su interior, para aprovechar toda su capacidad.