Este jueves 16 de noviembre de 2017, el Alcalde de Arnedo, Javier García, acompañado por el concejal de Urbanismo y Obras, José Luis Rubio, han participado en la presentación de la gigantografía realizada en la Calle Cilla, junto a la Casa Municipal de Cultura.

El Alcalde de la ciudad ha explicado que al comienzo de la legislatura el rincón que actualmente acoge esta pintura correspondía a un solar, que se ha transformado en una pequeña área de descanso o lectura, que ha servido para esponjar el Casco Antiguo, así como fomentar que los ciudadanos disfruten recorriendo también las calles de nuestro casco histórico.

García ha informado que el nombre que tendrá este espacio será el del escritor, nacido en nuestra ciudad, Leopolo Alas Mínguez, "Polo", cuya biblioteca precisamente se halla en la propia Casa de Cultura.

El concejal de Urbanismo por su parte ha destacado la importancia que ha tenido en la construcción de este espacio las aportaciones de los técnicos de las distintas áreas municipales, incluyendo Cultura, Biblioteca, Obras, así como los propios artistas.

Entre los guiños que encontramos, podemos ver en los lomos de los propios libros, obras de distintos autores arnedanos, o que tienen relación con el municipio, aunque íi han incidido en el hecho de que no figura ninguno de los autores, a excepción de Leopoldo Alas, que da nombre al rincón, así como su imagen y firma.

Otros elementos que se pueden apreciar incluyen la tradicional cenefa del Palacio del Arzobispo Argáiz, o un muñeco de madera que ayude también a dimensionar el espacio.

Los autores, Carlos Corres y Carlos López, de la empresa Globartia, han querido también explicar que han buscado representar la pequeñez del ser humano frente a la grandeza de la cultura, reflejada a través de los libros.

Se trata, han explicado, de un trabajo complejo, pues han tenido que adaptar las posiciones de los libros a las propias irregularidades de la pared, así como aprovechar el rincón para generar un trampantojo, una ilusión óptica que da sensación de profundidad.

Carlos López ha relatado que para él ha sido emocionante pintar este mural, en el que ha podido incluir en uno de los lomos el libro "El pozo de las ánimas", un libro escrito por su padre, y basado a su vez en un cuadro pintado por su abuelo, que recogía la imagen que veía desde su celda en este mismo Palacio del Arzobispo Argáiz, en donde estuvo preso en 1936.

Una de las curiosidades de estos 160 metros cuadrados de mural que invitan a recorrer nuestro Casco Antiguo.